Los vikingos en la historia Europea, llamados también normandos y en Rusia varegos, tienen una reputación temible de depredadores marítimos ya que durante los siglos IX y X atacaron y saquearon las costas de Europa occidental y amenazaron la estabilidad de Inglaterra, Irlanda y el imperio franco.
La gran demanda de productos del norte subártico desempeñó probablemente un papel vital en la expansión vikinga.
¿Que les atrajo a tierras occidentales?
El tráfico creciente en pieles, cueros, marfil y quizá también colchas de plumón, y los cargamentos de retorno con armas, objetos metálicos, joyas, vidrio y metales preciosos, fomentaron la piratería. Por ejemplo, se sabe que en el año 829 unos piratas vikingos atacaron a un grupo de mercaderes en su ruta desde Dorestad al mercado sueco de Birka, en el lago Malar, cerca de Estocolmo; no pasaría mucho tiempo antes de que los vikingos acosaran ese tráfico hasta su punto de partida. Así, los primeros ataques daneses en Occidente no fueron a iglesias y monasterios, sino al mercado de Dorestad, saqueado cuatro veces entre los años 834 y 839. Pronto los saqueadores descubrieron otras oportunidades, pero fue el comercio lo que primero les atrajo a tierras occidentales.